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2 de marzo de 2023

El georradar confirma la existencia de un yacimiento íbero en Alcalá la Real (Jaén)

El georradar ha permitido el estudio en una superficie de casi cuatro hectáreas en el Cerro de la Mesa, de la pedanía alcalaína de Ribera Alta. Los resultados indican la presencia de una calle principal pavimentada, con estructuras a ambos lados, y localizan restos de una edificación potente en la parte más alta del cerro.
Los mismos técnicos que han pasado el georradar y estudiado los resultados han quedado sorprendidos, por encontrar restos a tan poca profundidad y en tan buen estado.

Las antiguas escuelas de Ribera Alta han sido el lugar elegido para dar a conocer el resultado del estudio con georradar realizado en el Cerro de la Mesa. El alcalde y concejal de Patrimonio, Marino Aguilera, junto con el técnico de este área y arqueólogo municipal, Carlos Calvo, ha informado de los resultados de dicho estudio a los propietarios del terreno, Pedro y Alberto Alcaide Sánchez, y los vecinos de la aldea, encabezados por su alcaldesa pedánea, Francisca Mudarra.

La prospección, realizada el verano pasado por un equipo de la Universidad Complutense, “ha constatado lo que se intuía: que el Cerro de la Mesa alberga una ciudad íbera. Siempre ha existido interés por este posible yacimiento, primero por la extensión y segundo por la antigüedad. Seguramente nos encontremos ante unos de los yacimientos más importantes de la provincia”, sostiene el alcalde.

Los mismos técnicos que han pasado el georradar y estudiado los resultados han quedado sorprendidos, por encontrar restos a tan poca profundidad y en tan buen estado. Según relató Calvo en su intervención “han sido cerca de 300 las pasadas efectuadas con el georradar que han permitido este profundo estudio en una superficie de casi cuatro hectáreas. Los resultados indican la presencia de una calle principal pavimentada, con estructuras a ambos lados, y localizan restos de una edificación potente en la parte más alta del cerro”.

Hay otras zonas con acumulación de materiales, que el alcance del georradar no llega a definir y que habría que explorar por otras vías. A este respecto, Marino Aguilera apuntó que “lo más interesante en el futuro es ver qué se hace con esta parcela. Primero, adquirirla, vallarla para preservarla, y encontrar a alguna universidad interesada, que por el potencial y atractivo del yacimiento quiera venir a hacer los estudios y excavaciones arqueológicas oportunas”.

El alcalde, que dio las gracias a los hermanos Alcaide Sánchez por su colaboración, señaló que “es una magnífica noticia para Ribera Alta. "Se ha confirmado que tenéis un tesoro y vamos a trabajar para generar aquí un recurso patrimonial y turístico que redunde en beneficio de la aldea”.

28 de julio de 2022

Excavaciones en el yacimiento de Fuente Álamo, en Alcalá la Real (Jaén)

Los jóvenes voluntarios que participan del campo de trabajo arqueológico han localizado una canalización de aguas y pavimento en buen estado de conservación.
Este año son veinte jóvenes los que participan del Campo de Trabajo. FOTO: AYUNTAMIENTO

El campo internacional de voluntariado arqueológico que se desarrolla hasta el 2 de agosto en el municipio jiennense de Alcalá la Real excava, como novedad, en el yacimiento de Fuente Álamo.

En esta nueva edición del Campo Internacional de Voluntariado, los trabajos de campo arqueológicos se están desarrollando en dos espacios diferentes pero complementarios entre sí, como es la antigua ciudad amurallada de la Fortaleza de la Mota y, como novedad, la atalaya de Fuente Álamo, uno de los elementos de comunicación y vigilancia que rodea a la ciudad en el territorio municipal.

Esta iniciativa es una de las más longevas en políticas de juventud y patrimonio del Ayuntamiento y que cuenta con la colaboración de la Junta de Andalucía a través del IAJ. Son 20 los voluntarios que participan en esta edición y que durante 15 días realizarán tanto trabajos arqueológicos como actividades de ocio, así como talleres por el municipio y visitas guiadas a las ciudades de Jaén y Granada.

En torno a los resultados preliminares de las actividades arqueológicas, se han encontrados diferencias entre las dos zonas. En el Cortijo La Torre, en el interior de uno de los espacios habitados, se ha localizado un nivel de pavimento en buen estado de conservación, fabricado en canto rodado y que se extiende por toda la superficie. En el extremo noreste se han realizado varios movimientos de tierra, que han consistido en catas para conocer el sustrato arqueológico y ver la evolución del terreno. Hasta ahora, se han hallado algunos niveles del terreno original, similares con campos de excavación de principios de este siglo, dando como resultado la localización de una maqbara en el exterior.

Por último, los voluntarios han actuado en el entorno de la Torre Atalaya, donde han podido documentar una serie de pavimentos que la rodean, los cuales presentan diversas formas y facturas, tanto en tamaño de las piedras como en su disposición. Por otro lado, en el interior del Conjunto Monumental de la Mota, se han desarrollado trabajos de limpieza de materiales, documentación y talleres con piezas arqueológicas, además de una aproximación a la metodología de trabajo de campo arqueológico.

El alcalde y concejal de Patrimonio, Marino Aguilera, ha visitado a los jóvenes durante las labores arqueológicas, valorando la doble oportunidad que ofrece la experiencia de vivir un campo de trabajo. “Los voluntarios se enriquecen con la aproximación al patrimonio y la convivencia durante 15 días, en tanto a nosotros nos dejan un extraordinario trabajo arqueológico que nos permite avanzar en el proyecto de rehabilitación del Cortijo La Torre”, ha apuntado Aguilera.

8 de febrero de 2019

El georradar desvelará los secretos de la villa romana de Fuente Álamo

El Instituto de Estudios Giennenses, con colaboración de la Universidad Complutense, llevará a cabo una prospección geofísica con esta técnica innovadora y no invasiva en el yacimiento de Alcalá la Real (Jaén)
Vista aérea de la Zona Arqueológica de Fuente Álamo.
El Ayuntamiento de Alcalá la Real ha acogido la presentación del estudio arqueológico que se va a desarrollar sobre las ruinas de la villa romana ubicada en la pedanía alcalaína de Fuente Álamo, una iniciativa en la que colabora el Instituto de Estudios Giennenses a través de su convocatoria de subvenciones a proyectos de investigación.

El diputado de Cultura y Deportes, Juan Ángel Pérez, ha presentado junto al alcalde de Alcalá la Real, Carlos Hinojosa,el arqueólogo municipal, Carlos Calvo, y David Expósito,el autor de este proyecto, centrado en los asentamientos rurales de época romana en el sur de la provincia de Jaén.

El primer edil, Carlos Hinojosa ha adelantado que se trata de una nueva intervención sobre los recursos patrimoniales de Alcalá la Real, “para ponerlos en valor y conocer mejor nuestra historia, lo que conlleva generación de empleo y desarrollo económico en la zona”.

“Esta actuación consistirá en la elaboración de un georradar en la villa romana de Fuente Álamo. Desde el Ayuntamiento se aportarán los medios humanos y materiales necesarios con compromiso para financiar la continuidad del proyecto y seguir avanzando en el conocimiento de recursos potentes. La recuperación del patrimonio integral debe seguir por la misma senda y es también una apuesta por el desarrollo económico a través del turismo. Creemos que este trabajo también dará sus frutos a nivel comarcal”.

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
Juan Ángel Pérez ha explicado que el IEG conmemoró el año pasado sus 25 años de la puesta en marcha de proyectos de investigación y con ese motivo quiso convocar todas las áreas de conocimiento, triplicando su presupuesto para ello. Se presentaron 38 proyectos de investigación con apoyo de la Diputación Provincial de Jaén y en este marco nace este proyecto de investigación “Asentamientos rurales de época romana en el sur de la provincia de Jaén”.

“Un proyecto que va a permitir conocer mejor una parte muy importante de nuestro patrimonio, la villa romana de Fuente Álamo, y por otro, nos va a posibilitar conocer en profundidad un amplio territorio de la Sierra Sur. A tenor de los restos que se conservan, tiene mucha potencia arqueológica y parece muy oportuno que este magnífico equipo haya querido profundizar a través de la metodología de georradar, no invasiva”.

Por último, el diputado y edil alcalaíno de Patrimonio ha mostrado su satisfacción “ya que desde el IEG generamos nuevos espacios de conocimiento, una institución que pretende ser el mayor centro de conocimiento de la provincia de Jaén”.

Para el arqueólogo David Expósito, “se trata de un proyecto de investigación que en una primera fase va a desarrollar una técnica no invasiva, reciente, con un análisis con el que podemos conseguir un mapeado del suelo para el que contamos con la colaboración de la Universidad Complutense de Madrid”. La técnica de georradar trata de proyectar impulsos eléctricos sobre el terreno, lo que permite poder visualizar si debajo del terreno, hasta una profundidad de unos 4 metros, existen huellas de origen humano, como estructuras, fosos, rellenos, etc. “Es una herramienta que nos brinda una radiografía del terreno y así poder seleccionar zonas para hacer una intervención en más profundidad, ahorrando costes y tiempo”.

Por último, Carlos Calvo, técnico municipal, ha señalado que el equipo se completará con Esperanza Martín, Isidoro García e investigadores alcalaínos que van a aportar su conocimiento sobre el terreno. “El proyecto se va a acometer en varias fases, y se pretende seguir sobre yacimientos arqueológicos dispersos por todo el término municipal y su entorno”. Calvo Aguilar ha recordado que Alcalá cuenta con casi 90 yacimientos catalogados que se remontan incluso a la Prehistoria.

16 de octubre de 2017

Salen a la luz más de 200 piezas en las excavaciones del castillo de Alcalá la Real (Jaén)

Han aparecido restos de calles y viviendas, muchas de ellas con bodegas y tinajas, algunas completas. Las piezas datan del último periodo de ocupación del lugar, entre los siglos XV y XVIII. Se trata de platos, jarras, macetas, vidrio, restos de huesos, de sobras de alimentos y carbón.
Hinojosa, Pérez y participantes en una jornada sobre el astrolabio de Alcalá observan las piezas.
Más de doscientas piezas han sido descubiertas en las excavaciones impulsadas por el Ayuntamiento en el barrio del Alcázar de la Fortaleza de la Mota, continuación de las realizadas en verano con el Campo Internacional de Arqueología. Las tareas se ejecutan con fondos municipales y colaboración del programa de la Junta Emple@30+. Los descubrimientos serán mucho mayores, máxime si se tiene en cuenta que la campaña está en su “ecuador”.

Se trataba de una de las zonas nobles de la ciudad fortificada. Han aparecido restos de calles y viviendas, muchas de ellas con bodegas y tinajas, algunas completas. Las piezas datan del último periodo de ocupación del lugar, entre los siglos XV y XVIII. Se trata de platos, jarras, macetas, vidrio, restos de huesos, de sobras de alimentos y carbón. Posteriormente, las casas, como el resto de la fortaleza, quedaron deshabitadas. Los hogares quedaron sepultados y muchas de las piedras se reutilizaron en otras edificaciones.

El lugar fue visitado por el alcalde, Carlos Hinojosa, y el edil de Patrimonio, el también diputado provincial de Cultura y Deportes, Juan Ángel Pérez Arjona. Pérez asegura: “El barrio del Alcázar se está poniendo de relieve que el urbanismo musulmán está allí presente, ya que las excavaciones han podido sacar a la luz viviendas de nobleza, patios interiores muy grandes, y espacios con columnas, zonas nobles y que van a arrojar mucha luz a la hora de interpretar el urbanismo musulmán y renacentista de la Fortaleza de la Mota”. Por su parte, Hinojosa afirma sobre el hallazgo: “Esta excavación y los hallazgos a las que nos ha llevado son clara muestra de cómo desde el Gobierno municipal mantenemos el compromiso con la Fortaleza de la Mota para recuperar su esplendor y profundizar en el conocimiento de nuestra historia. Los gobiernos municipales de la democracia han impulsado esta recuperación y nosotros, orgullosos de la herencia recibida, seguimos mimando este legado que además está siendo motor de desarrollo social y económico para Alcalá y de generación de riqueza y de empleo”.

PROCESO

El solar de la Fortaleza de la Mota estuvo habitado desde la prehistoria y cuenta con restos que llegan hasta los siglos XIX y XX, cuando se usó como cementerio. Por el momento se ha excavado solo una parte, principalmente situada dentro del recinto principal, más zonas de los arrabales, en particular la parcela que, supuestamente, albergará un parador algún día. Sin embargo, la mayor parte del área exterior, en particular los arrabales de San Bartolomé y San Sebastián están bajo el suelo. Las labores arqueológicas de las últimas décadas permitieron descubrir la trama urbana y conocer en profundidad como se vivía desde al Edad Media.

3 de octubre de 2016

Doce objetos arqueológicos de Jaén formarán parte de una exposición europea itinerante

Los objetos seleccionados son el sarcófago paleocristiano de Martos (siglo IV), un fuste de columna de La Guardia (final del siglo V), pendientes y broche de cinturón de La Guardia (siglo VII), moneda carolingia y dírhem omeya del Tesorillo de Marroquíes Bajos de Jaén (siglos VIII-IX), olla de Cerro Miguelico de Torredelcampo (siglos IX-X), candil y jarra de Puente Tablas (siglos IX-X), capitel de la Campiña Sur (siglo X), diadema del Tesoro de Charilla de Alcalá La Real (siglo X), candil de bronce de Jimena (siglos X-XI), Dinar del Tesoro de Marroquíes Altos de Jaén (siglo XI) y una albanega hallada en el Castillo de Santa Catalina de Jaén (siglo XII).
Sarcófago paleocristiano del siglo IV de Martos (Jaén). 
La Universidad de Jaén y el Museo de Jaén acogieron una reunión del proyecto europeo CEMEC, en el que participaron instituciones de investigación, museos y entidades especializadas en la generación de recursos y herramientas para la visualización de objetos arqueológicos, que ha reunido nueve colecciones de objetos pertenecientes a la Alta Edad Media para formar parte de una exposición itinerante que podrá verse en Amsterdam, Atenas y Bonn en los próximos años.

El Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica y el Área de Historia Medieval de Universidad de Jaén, junto con el Museo de Jaén, como miembros del proyecto, han sido las instituciones encargadas de seleccionar los doce objetos que formarán parte de esta muestra, bien físicamente o en formato digital. Se trata de los siguientes: sarcófago (Martos, siglo IV); fuste de columna (La Guardia, final del siglo V-inicios del siglo VI); pendientes y broche de cinturón (La Guardia, siglo VII); moneda carolingia y dírhem omeya del Tesorillo de Marroquíes Bajos (Jaén, siglos VIII-IX); olla de Cerro Miguelico (Torredelcampo, siglos IX-X); candil, Puente Tablas (Jaén, siglo IX-X); jarra, Puente Tablas (Jaén, siglo X); capitel (Campiña Sur, siglo X); diadema del Tesoro de Charilla (Aldea de Charilla, Alcalá La Real, siglo X); candil de bronce (Jimena, siglos X-XI); Dinar del Tesoro de Marroquíes Altos (Jaén, siglo XI); albanega, Castillo de Santa Catalina (Jaén, siglo XII).

CARÁCTER REPRESENTATIVO
La selección de estos objetos se realizó por su carácter representativo para la historia de la Península Ibérica durante época visigoda e islámica y por su capacidad de complementar el discurso histórico general elaborado por CEMEC en relación con las otras colecciones europeas. A través de ellos, se observan diferentes elementos esenciales en la temática global y su evolución en el tiempo. Junto a ello, y al mismo tiempo, se ha tratado de presentar aspectos clave de la originalidad de la Península Ibérica, sobre todo en época islámica.


NUEVE COLECCIONES DE TODA EUROPA
En total, entre todos los socios del proyecto, se han reunido nueve colecciones de objetos arqueológicos pertenecientes a la Alta Edad Media (300-1000 d.C.) y procedentes de diferentes partes de Europa. La creación de una red de colaboración e intercambio de ideas entre los diferentes miembros del proyecto tendrá como efecto el diseño y puesta en marcha de una exposición itinerante centrada en la Alta Edad Media. Esta exposición tiene como una de sus líneas de actuación principal la superación de la visión tradicional que definía esta fase de la historia de Europa como un periodo de decadencia y estancamiento cultural.

La exposición de CEMEC, corrigiendo los errores del pasado, presenta la Alta Edad Media como un período de cambio que afecta a objetos, personas e ideas. En relación con ello, bajo el nombre ‘Cruce de Caminos’, el tema principal de la exposición será conectividad, diversidad y movilidad. La exposición mostrará, por tanto, las conexiones entre las diferentes culturas regionales a través de Europa y el Mediterráneo, desde Irlanda a Egipto desde España a Hungría y Grecia. La exposición comenzará en Amsterdam (desde octubre 2017 hasta marzo 2018) y podrá visitarse también en Atenas (de abril a septiembre de 2018) y Bonn (de octubre de 2018 a abril de 2019).

El proyecto CEMEC (Connecting Early Medieval European Collection / Conectando las colecciones de la Alta Edad Media) es un proyecto europeo bajo la supervisión de la Agencia Ejecutiva en el ámbito Educativo, Audiovisual y Cultural (EACEA) y perteneciente al programa Europa Creativa. Su duración es de cuatro años.

18 de agosto de 2016

La necrópolis del castillo de La Mota, en Alcalá la Real, opta a 'Mejor Historia Funeraria' de España"

La antigua necrópolis de la Fortaleza de la Mota de Alcalá la Real (Jaén) es candidata a ser reconocida en la categoría de Mejor Historia en el marco del III Concurso de Cementerios de España que promueve la revista 'Adiós Cultural'.
Los trabajos para la revalorización de su patrimonio podrían incluir La Mota en la Ruta de los Cementerios de España.
El máximo exponente de la citada necrópolis, con más de cinco siglos de antigüedad, se sitúa en la Iglesia Mayor Abacial, lugar donde actualmente se proyecta el audiovisual del Centro de Interpretación de la Vida en la Frontera.

A través de una nota, la concejala de Turismo, Empleo y Comercio, Eva Bermúdez, ha explicado los principales motivos por los que se opta a esta candidatura, que "pasan por reivindicar el valor cultural que la Fortaleza de la Mota tiene como recinto funerario, por el reconocimiento de las mejoras realizadas en la revalorización del patrimonio y, finalmente, por incrementar la promoción a nivel estatal al incorporarnos a la Ruta de Cementerios de España".

La votación está abierta aún en www.revistaadios.es, en el apartado del III Concurso de Cementerios. Para participar en la votación es necesario introducir el correo electrónico, lo que da opción a un voto en cada categoría. Alcalá la Real se sitúa en la de Mejor Historia.

La Fortaleza de la Mota opta así a este premio como recinto funerario. El Conjunto Monumental de la Fortaleza de la Mota, la Alcalá vieja, fue el emplazamiento de la ciudad desde la Edad Media hasta el Siglo XVIII. Aquí se aprecia arquitectónicamente la dualidad de su pasado musulmán y cristiano a través del perfil de Santa María La Mayor y la Torre del Homenaje de su alcazaba. Hasta la construcción del actual cementerio, los difuntos de Alcalá la Real yacían en la Mota.

VESTIGIOS
En el solar de la ciudad vieja los vestigios funerarios son de muy diversa índole. Un espléndido jardín de lavandas atesora los límites que ocupó el cementerio civil desde finales del XIX hasta mediados del S.XX y aljibes que han entrado en desuso, repartidos por la trama urbana de la antigua ciudad amurallada y que han sido reutilizados como osarios.

Pero es el interior de la Iglesia Mayor Abacial el que conserva la memoria funeraria de éste lugar a lo largo de más de cinco siglos. Una "visión impactante y sobrecogedora" que permite ver en sus paredes y en el subsuelo las marcas de su función como cementerio. Estos restos mantienen una característica común y es el hecho de que se encuentran excavados en la roca.

Se constata la presencia continuada en el Cerro de la Mota de diferentes culturas a lo largo del tiempo, desde la Prehistoria hasta nuestros días, con vestigios materiales muy diversos. Pero solo algunas de estas civilizaciones han dejado restos de sus tradiciones funerarias a través de diferentes formas de enterramiento.

La mayor parte de las tumbas localizadas corresponden a tiempos en que la ciudad ya se hallaba conquistada por los cristianos, fieles a la tradición de enterrar a sus difuntos en los espacios sagrados.

Se encuentran los enterramientos excavados en roca, que presentan varias formas. Por un lado, tumbas antropomorfas, con enterramientos que se adaptan a la forma del cuerpo humano y que en algunos casos presentan una abertura en la roca, en la zona donde iría depositada la cabeza del difunto. Presentan una cronología más antigua que el resto de las tumbas halladas.

Por otro, hay tumbas rectangulares, sin orientación concreta y con una distribución anárquica por toda la superficie de la Iglesia Mayor Abacial. A su vez, existen tumbas rectangulares ordenadas, dispuestas a partir del espacio que dejan libres los elementos constructivos. Esto permite poder datarlas en la misma época de la construcción de la propia iglesia. Algunas de ellas presentan una cruz cristiana tallada en la roca, en la pared de la tumba, con una tipología similar a las utilizadas en el Renacimiento.

CRIPTAS
Asimismo, las criptas, en un total de doce, ocupan una tercera parte de la superficie de la iglesia. Se definen a partir de un habitáculo excavado en la roca y cubierto con una bóveda de medio cañón de sillería. Algunas presentan un banco tallado que circunda toda la cripta y un pilar central que hace las veces de soporte.

Gran parte de las criptas y sótanos de la iglesia fueron cegados por la ocupación francesa, por lo que se veían obligados a realizar los enterramientos, bien en fosas cavadas someramente entre ruinas y escombros, bien formando pilas con los ataúdes colocados los unos sobre los otros, recubiertos por una capa de yesos. Esta situación se mantuvo hasta 1865 cuando se construyó en la zona alta de la Fortaleza de la Mota un cementerio, junto al recinto de la iglesia Mayor Abacial.

3 de marzo de 2016

Espeleólogos documentan una nueva atalaya medieval en Alcalá la Real (Jaén)

La torre medieval de Acamuña se había dado por desaparecida durante la Guerra Civil.Se trata de una atalaya medieval de planta circular similar de la que únicamente se conserva parte de su núcleo interior (migajón) y algún mampuesto de su paramento.
Espeleólogos de GesPriego en el entorno donde se ha redescubierto la torre de Acamuña. FOTO: GESPRIEGO
El proyecto “Las Entrañas de la Acamuña” llevado a cabo en la Sierra Sur de Jaén por el GesPriego (Grupo de Exploraciones Subterráneas de Priego de Córdoba) y la AECCL (Asociación de Estudios Culturales de Castillo de Locubín, de Jaén) sigue dando buenísimos resultados.

La localización en superficie de varias trincheras y túneles de la Guerra Civil les llevó a aumentar la carga de trabajo en la zona de Acamuña, de los que  GesPriego pretende realizar la topografía, reportaje fotográfico y estudio generalizado. Han sido precisamente las pesquisas llevadas a cabo en esta línea las que llevaron al descubrimiento de los restos de la que podemos identificar como torre de la Acamuña (o Camuña), atalaya medieval de planta circular similar a otras existentes en los municipios jienenses de Alcalá la Real, Castillo de Locubín o Priego de Córdoba.

AUSENCIA DE RESTOS CATALOGADOS
La identificación de los restos, en la ladera SE de la Sierra de la Acamuña, fue realizada el pasado 21 de febrero y, en cumplimiento de lo estipulado en el art. 50.1 de la ley 14/2007 de 26 de noviembre de Patrimonio Histórico de Andalucía, el hallazgo fue puesto en conocimiento del Ayuntamiento de Alcalá la Real, cuyo arqueólogo municipal confirmó la ausencia de los restos de dicha torre en el catálogo de yacimientos arqueológicos del municipio.


Aunque hay testimonios documentales, historiográficos y orales de la existencia de dicha torre, se había dado por desaparecida a consecuencia de su destrucción por los disparos artilleros que sobre las posiciones de la Sierra de la Acamuña realizaban las baterías situadas en la fortaleza de la Mota durante la Guerra Civil. Sin embargo esta ruina de la fortificación no llegó a ser absoluta, quedando actualmente parte de su núcleo interior (migajón) y algún mampuesto de su paramento.

EXPONENTE DEL PAISAJE DE LAS ATALAYAS
Desde finales de la contienda bélica se habían perdido totalmente las referencias de esta torre, que ha vuelto a ser localizada gracias a las actividades del GESPriego con la colaboración de la AECCL. Así pues, a día de hoy podemos ubicar su situación exacta e incorporarla al estudio de un espacio medieval de frontera singular que tiene uno de sus mayores exponentes, precisamente, en las torres atalayas que jalonan su paisaje.

17 de agosto de 2012

Salen a la luz los restos del convento trinitario de Alcalá la Real (Jaén)

Los vestigios del monumento, que acogió durante siglos a la comunidad trinitaria, afloran casi noventa años después de que se desmontara.
Jóvenes del Campo Internacional de Arqueología 
excavan el pavimento de canto rodado del antiguo convento.
Foto: Diario Jaén
Una parte significativa de la historia de Alcalá la Real, el antiguo convento de la Trinidad, sale a la luz. Los jóvenes del Campo Internacional de Arqueología Fortaleza de la Mota excavan una parcela situada a los pies del recinto amurallado, justo por encima de la actual ermita de San Rafael.

Los vestigios del monumento, que acogió durante siglos a la comunidad trinitaria, afloran casi noventa años después de que se desmontara, un proceso fechado por el arqueólogo de las excavaciones, Carlos Calvo, en 1923. El técnico señala que el espacio —formado por el convento, la iglesia y otras dependencias— está muy deteriorado, porque el inmueble fue desmantelado de manera minuciosa, de modo que tanto los sillares como la solería de mármol se reutilizaron en otros edificios de Alcalá la Real.


De este modo, los jóvenes “campistas” descubrieron la trama del complejo religioso, aunque los hallazgos se limitaron a las basas octogonales del claustro, una pila de las monjas, algún fuste de columna, el arranque de los muros y pavimento de losas, barro cocido y cantos rodados. 

En cuanto a objetos destacan monedas fechadas desde el siglo XVII —resellos de Felipe III y Felipe IV— hasta el XX —una peseta—. Aparte, afloraron clavos y cerámica.

11 de agosto de 2011

Salen a la luz nuevos secretos en el castillo de Alcalá la Real (Jaén)


El trabajo de los jóvenes del Campo Internacional de Arqueología Fortaleza de la Mota permite sacar a la luz nuevos detalles sobre el pasado de la ciudad fortificada y la vida de sus habitantes. Con herramientas, hacen que afloren secretos del pasado en la zona llamada El Bahondillo. 
Integrantes del campo de trabajo en el castillo de La Mota.
El arqueólogo municipal Carlos Calvo, coordinador de las tareas de excavación, indica que, este año, se han descubierto varios objetos. Entre ellos, un par de campanas de bronce, dos monedas del siglo XVII y una aguja, aparte de numerosos restos de vasijas y cerámica. Por otro lado, en las labores, que acabarán mañana, los jóvenes limpian vestigios que corresponden a casas, bodegas y calles del recinto fortificado. Calvo subraya que en algunas de las viviendas se aprecia que los patios eran amplios. 
Como novedad, en 2011 se ha terminado de excavar la parte inferior del Bahondillo, por lo que en las últimas jornadas la actividad se centra en la parte de arriba de este barrio, por encima del camino que lleva desde la puerta de Santiago hasta la iglesia mayor abacial. A partir del año próximo, las prospecciones se centrarán en un área más noble, el barrio militar, ubicado en el entorno de la alcazaba. De cualquier manera, todavía queda intramuros terreno que explorar para varias temporadas más del programa juvenil de verano.
El arqueólogo del Ayuntamiento llama la atención sobre el valor que representa la conservación completa de una ciudad, poblada de manera ininterrumpida desde la Edad Media hasta   hace solo unos siglos. En este sentido, considera que se trata de un conjunto casi único en la comunidad autónoma andaluza. Gracias al Campo de Arqueología, el conocimiento de la trama urbana se ha incrementado.

13 de enero de 2011

El Ayuntamiento de Alcalá la Real (Jaén) pone en marcha "La Ruta de las Atalayas"

Los turistas pueden aprender historia de esta ruta alcalaína. Pues alrededor a Alcalá la Real se desarrolló un amplio dispositivo de atalayas como llave del sistema fronterizo en la Baja Edad Media, poniendo en contacto castillos y ciudades, como Alcaudete, Moclín y la propia Alhambra de Granada.
El municipio alcalaíno sigue ofreciendo notas características para el turismo histórico y peculiar; se trata de la Ruta de las Atalayas, que fue inaugurada en la legislatura del alcalde Manuel León, a través de una subvención de la Junta de Andalucía.
Una de las atalayas en la tierra fronteriza.
Los turistas y visitantes de Alcalá la Real pueden realizar esta ruta, visitando unas nueve torres denominadas también atalayas que llevan los nombres de Mimbres, Charilla, Fuente Álamo, Pedregales, Santa Ana, Cascante, Moraleja, Dehesilla o Guadalquita, estos nombres son, en su mayoría, del lugar donde se encuentran.
Las atalayas alcalaínas se diferencian en cuanto a tamaño, altura y fábrica constructiva. De forma tradicional se ha distinguido entre atalayas cristianas y musulmanas, pero en origen todas se construyen en momentos de apogeo de la presencia islámica, siendo utilizadas como elemento de comunicación entre las plazas y castillos que salpicaban el territorio de la frontera.
Las torres del término de Alcalá la Real presenta, en su mayoría, una forma cilíndrica, con una altura aproximada de unos 11 metros y un diámetro de 5. Tienen en su interior una habitación elevada, cubierta con una bóveda. En esta sala se abre la puerta de acceso al interior, y se localiza la chimenea para las ahumadas. Además, existe una escalera interior para subir a la terraza, donde se hacían los juegos o almenaras.
Los visitantes de esta ruta turística pueden observar la evolución de la frontera, según el tipo de atalayas. Las situadas al norte presentan forma cilíndrica y están construidas a base de mortero y adobe, las que se encuentran al sur, sufren una importante transformación, siendo reforzadas con sillares de piedra y apareciendo una base trapezoidal y matacanes en la parte superior.
Los turistas pueden aprender historia de esta ruta alcalaína. Pues en torno a Alcalá la Real se desarrolló un amplio dispositivo de atalayas como llave del sistema fronterizo en la Baja Edad Media, poniendo en contacto castillos y ciudades, como Alcaudete, Moclín y la propia Alhambra de Granada.
Estas torres de frontera se levantaban en la llamada 'tierra de nadie', controlando la salida de los barrancos. No solían tener comunicación entre ellas, aunque se vieran y su misión era pasar aviso.
(Fuente: El Ideal)