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13 de noviembre de 2017

Málaga pondrá en valor la mayor industria alfarera romana de la provincia

El Ayuntamiento de Málaga quiere poner en valor los restos encontrados el año pasado durante la excavación de varios sótanos en Martiricos. Los restos de ese complejo cerámico pudo estar en funcionamiento entre los siglos I y IV después de Cristo
Ánforas apiladas del complejo cerámico aparecido en Martiricos. FOTOS: DIARIO SUR
Nadie podía sospechar que en un lugar tan relativamente alejado de la ciudad antigua aparecería un hallazgo de esa magnitud. Los restos arqueológicos encontrados el año pasado durante las excavaciones para el proyecto residencial previsto en los suelos que ocuparon las naves de Citesa, junto al paseo de Martiricos, demostraron que este lugar albergó una importante industria alfarera de la época romana que, misteriosamente, cesó su actividad dejando prácticamente intactos hornos y ánforas apiladas.

Los restos de ese complejo cerámico pudo estar en funcionamiento entre los siglos I y IV después de Cristo. Las imágenes demuestran la importancia del hallazgo. Se aprecia el principal horno encontrado, de grandes dimensiones, con una cámara de combustión de planta circular centrada por un pilar también circular. También otros hornos de menores dimensiones y balsas de decantación en las que acumulaban el barro para que la arcilla más pura quedara al fondo.


El horno principal, en el que se fabricaban ánforas salsarias, puede datar del siglo I después de Cristo. Contaba con zonas de servicio anexas y grandes naves a su alrededor. En el siglo II se reformó el espacio y se construyeron dos nuevos hornos, dos piletas de decantación y una de agua. También se encontró un camino que tenía asociada una necrópolis con incineraciones e inhumaciones, y una infraestructura para la traída de aguas, sustentada por pilares sobre la vaguada de un arroyo. La proximidad al cauce del Guadalmedina hizo que los malagueños de la época romana se decantaran por este lugar para establecer esta importante fábrica de vasijas que, de forma inexplicable, cesó su actividad.

UN CONJUNTO ÚNICO
Según la arqueóloga responsable de la empresa que realizó las excavaciones, el Taller de Investigaciones Arqueológicas, Ana Arancibia, no se apreciaron en los restos signos de que una crecida del río o alguna catástrofe natural hubiera provocado el cierre de esta industria alfarera. “No sabemos qué pudo pasar, pero está claro que nos encontramos ante un conjunto único en la provincia de Málaga que, si se pusiera en valor, supondría un punto de atracción para la zona de Martiricos”, dijo esta experta.

La Consejería de Cultura dictaminó la documentación y el cubrimiento de los restos con una capa geotextil para mantenerlos soterrados bajo el patio o jardín central del futuro edificio de viviendas protegidas que está previsto en esta zona, y cuyas obras ya se han retomado tras adaptar la huella de las plantas de sótano, de manera que respeten el lugar de los hallazgos. Sin embargo, el Ayuntamiento, especialmente la sección de Arqueología de la Gerencia Municipal de Urbanismo, dirigida por Carmen Peral, aboga por actuar de manera que este singular 'tesoro' del pasado de la ciudad pueda quedar a la luz de algún modo, para ser visitado y conocido por los malagueños.

2 de diciembre de 2015

Las obras del metro descubren una fortaleza nazarí en Málaga

Se trata de estructuras militares compuestas por tapiales de cal y canto de la época nazarí (siglos XIV-XV) que se corresponderían con la denominada Torre Gorda que fue demolida a principios del S. XIX 
El descubrimiento refuerza la teoría del importante papel que desempeñó Málaga como uno de los pocos puertos comerciales de los nazaríes.
La Málaga musulmana estuvo protagonizada por una extensa muralla jalonada por puertas, un foso y torres defensivas. Era una ciudad totalmente inexpugnable frente a los ataques de las tropas cristianas.

Esta ciudad amurallada islámica mantiene actualmente estos testimonios del pasado en los mismos lugares y emplazamientos en que estuvieron. Puerta del Mar, de Buenaventura, de Antequera, de Granada, Torre Gorda... son algunos de los ejemplos que dan nombre a vías de la capital.

Y la arqueología ha vuelto a aportar más información a estos capítulos históricos de antaño, con motivo de las obras del Metro que atravesará próximamente el centro urbano. La actividad de control de movimiento de tierras que se ha llevado a cabo en la calle Panaderos, donde se ha realizado el desvío de redes y otros servicios por la construcción de esta infraestructura, ha sacado a la luz estructuras militares de la época nazarí (siglos XIV-XV), que refuerzan la teoría acerca del importante papel que desempeñó Málaga como principal puerta marítima y se erigió como uno de los pocos puertos comerciales de los nazaríes.

La intervención de la Junta de Andalucía, ejecutada por Taller de Investigaciones Arqueológicas, ha descubierto elementos estructurales de la denominada Torre Gorda, aparecida en la misma vía que da nombre a una de las calles que atraviesa Panaderos.

En esta actuación ha aparecido una planta de esta fortificación que formaba parte de la muralla y que defendía las Atarazanas islámicas, fundamentales para el abastecimiento de la ciudad y los intercambios comerciales de la época. Es más, la conquista de Málaga por los Reyes Católicos supuso un duro golpe para el reino nazarí de Granada.

La estructura, que está compuesta por un tapial de cal y canto, fue demolida a principios del XIX a tenor de los planes urbanísticos impulsados por la burguesía malagueña decimonónica.

FUERTE SAN LORENZO
Esta excavación en la calle Panaderos ha localizado también elementos relacionados con la arquitectura militar de época moderna que se inicia en el siglo XVI. Los arqueólogos han hallado una cimentación de mampostería y ladrillos trabados con mortero que puede relacionarse con el denominado Fuerte de San Lorenzo, fortificación abaluartada que se construyó en Málaga a finales del siglo XVII para defender la zona de playazo y la entrada del río Guadalmedina de ataques de tropas francesas e inglesas.

En el año 1802 se empieza a demoler cuando pierde su función militar, porque se encontraba lejos de la línea de playa. Según los expertos, los resultados obtenidos hasta el momento revisten gran interés científico y aporta conocimiento sobre el pasado histórico de la ciudad.