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24 de mayo de 2023

En busca de la cripta perdida de la catedral de Zamora

La diócesis ha impulsado un servicio de prospección geofísica no invasivo para estudiar el subsuelo del templo.
Catedral de San Salvador en Zamora.

Nuevamente la delegación episcopal de patrimonio de la diócesis de Zamora ha impulsado un servicio de prospección geofísica para estudiar el subsuelo de la iglesia de San Ildefonso, la catedral y el Palacio Episcopal, en el centro de la ciudad. Esta iniciativa trata de rescatar estudios anteriores que abren la posibilidad a la existencia de una cripta por debajo del coro de la catedral zamorana.

Miguel Ángel García Carbajo, arqueólogo de la empresa Strato Gabinete de Estudios sobre Patrimonio Histórico y Arqueológico S. L., está al frente de estas prospecciones en las que entrañan en juegos las más modernas tecnologías para tratar de certificar lo que existe en el subsuelo de la catedral. Así, durante unas jornadas se estudiarán las estructuras de la iglesia de San Ildefonso y el Palacio Episcopal para valorar los vestigios arqueológicos y sus posible salida a la luz en el futuro. 

Esto se realiza a través de una técnica no invasiva mediante un georadar, un magnetófono de protones y un penetrómetro, según ha informado la diócesis.

Además, apuntan, en el estudio también se utiliza un dron para hacer fotografías aéreas y tomografías, que mediante unos sensores de calor genera información detallada sobre los restos que hay en el subsuelo. “Con este sistema multidisciplinar, el más completo que hay hoy en día para analizar la estructura de un edificio con valor histórico, la diócesis pretende evidenciar que el patrimonio religioso es dinámico y puede seguir ofreciendo mucho a esta ciudad y provincia”, señalan desde la Iglesia local. 

Este radar de precisión –empleado en la investigación de crímenes como el de Marta de Castillo– “permitirá seguir poniendo en valor los tesoros artísticos de estos edificios para que los próximos años, historiadores, arqueólogos y restauradores puedan hacer su trabajo en orden a potenciar el conocimiento del patrimonio diocesano e incrementar el interés cultural y turístico de Zamora”, añaden.

13 de octubre de 2022

Investigadores de la ULE realizan nuevos hallazgos de arte rupestre en Zamora

Los descubrimientos consolidan el Sinclinal de la Mina como uno de los enclaves más importantes de arte esquemático de Zamora. Los trabajos de documentación 4D de las pinturas halladas en Santa Eufemia del Barco permitirán hacer visitable el yacimiento de forma virtual
Investigadores de la Universidad de León realizan nuevos hallazgos de arte rupestre en Zamora.

Un nuevo conjunto de pinturas, constituido por diversos motivos, sale a la luz durante los trabajos de documentación que desarrolla la Universidad de León (ULE) junto con el resto del equipo de EGeomapping, en Santa Eufemia del Barco (Zamora). Los trabajos de documentación basados en la digitalización y virtualización 4D permitirán visitar las pinturas a través de cualquier plataforma móvil conectada a internet y consultar información detallada desde cualquier lugar del mundo.

El investigador principal del proyecto y profesor del Grupo de Investigación GEOINCA de la Universidad de León (ULE), Javier Fernández Lozano, asegura que «esta virtualización permitirá disfrutar de un escenario único con información de interés para científicos y público general». Toda la documentación será administrada desde una única plataforma donde, además de visitar el espacio arqueológico, «podrán visualizarse modelos 3D, imágenes y vídeo del entorno que faciliten el conocimiento en profundidad del espacio en el que se hayan».

Se trata de un trabajo multidisciplinar subvencionado por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, en el que colaboran las arqueólogas Beatriz Comendador (Universidad de Vigo) y Lara Bacelar (Universidad de Coimbra) con una larga trayectoria en el estudio de arte rupestre.

Bien de interés cultural
Los trabajos de documentación 3D se han realizado con el uso de última tecnología geomática, como drones, sensores láser terrestre y fotogrametría 360 que permitirán virtualizar el entorno y realizar visitas en realidad aumentada. Según el profesor de la Escuela de Minas de la ULE, Javier Fernández Lozano, la importancia del hallazgo es doble. Por un lado, el interés geológico del entorno, que ha condicionado la localización y el espacio disponible para plasmar estas pinturas, así como su conservación hasta nuestros días, y por otro, el cultural de tipo arqueológico.

«Pero aún hay más, -subraya este geólogo-, se trata de un paisaje natural de excepcional belleza que permite al visitante retrotraerse poco más de 3.000-4.000 años atrás en el tiempo, para conocer el espacio vital y cultural de las sociedades que vivieron entre el periodo Calcolítico y el Bronce Final, responsables de la elaboración de estas pinturas».

Los investigadores destacan que estas pinturas forman ya parte de los Bienes de Interés Cultural (BIC), pero en el futuro contarán también con la certificación de Lugar de Interés Geológico (LiG) otorgada por el Instituto Geológico y Minero de España-CSIC, gracias a la presencia de las estructuras geológicas que constituyen el entorno del teso de la Mina, compuestas por varios pliegues que forman un gran sinclinal atravesado por fallas que diseccionan los espacios de ocupación y permiten la formación de abrigos y viseras rocosos aptos para la apertura de grandes lienzos de roca, sobre los que fueron plasmados los motivos pictóricos. En total, cinco abrigos con arte rupestre de excepcional valor simbólico y arqueológico dignos de preservar y dar a conocer.

Javier Fernández Lozano concluye que este espacio «requiere de acondicionamiento para su visita, sin embargo, gracias a la tecnología que estamos utilizando en su estudio, podrá ser visitado por todos. Se trata de un proyecto inclusivo que facilitará la visita virtual a todos aquellos que deseen conocer este tesoro arqueológico de Zamora».
(Fuente: León noticias)

23 de abril de 2020

Los arqueólogos localizan dos asentamientos militares romanos en Arrabalde (Zamora)

La identificación se realizó mediante el procesado de datos LiDAR. Se trata de las primeras evidencias arqueológicas del asedio romano al castro de Las Labradas.
Identificación mediante LiDAR de las primeras evidencias arqueológicas del asedio romano al castro de Las Labradas (Arrabalde, Zamora).
Un equipo formado por arqueólogos leoneses y cántabros ha localizado dos recintos militares romanos de campaña junto al castro de Las Labradas, ubicado en Arrabalde, en la provincia de Zamora, "muy probablemente relacionados con el asedio y conquista de ese importante 'oppidum' astur durante la primera fase de las campañas de Augusto contra cántabros y astures, en el año 25 antes de Cristo", según indicó el arqueólogo José Ángel Hierro.

Los dos recintos fueron identificados en noviembre de 2018 mediante el procesado de datos LiDAR disponibles en la web del Instituto Geográfico Nacional. "El LiDAR es una técnica de teledetección óptica que permite obtener modelos digitales del relieve y que se emplea en la prospección arqueológica", explicaron las mismas fuentes.

El mayor recinto romano ocupa casi toda la cima del alto de La Mina, en el municipio de Villaferrueña, y se localiza unos 750 metros al este de las defensas más orientales del castro de Las Labradas, situadas en la zona conocida como El Marrón. "Tiene una superficie de casi seis hectáreas, planta irregular adaptada al terreno abrupto sobre el que se levanta y capacidad para alojar a más de media legión, unos 3.000 hombres", anotaron.

"Sus defensas consisten en un terraplén de tierra y piedras, denominado agger por los romanos, que se combina con los afloramientos rocosos y cortados naturales y presenta una puerta en clavícula interna en su lado occidental", añadieron.

Los arqueólogos apuntaron que las puertas en clavícula, que obligaban a los atacantes a dejar al descubierto su lado desprotegido, en el que portaban el arma y no el escudo, son "exclusivas" de los campamentos romanos y su presencia sirve para identificar este tipo de yacimientos con un "alto grado" de fiabilidad. "El tamaño y las características del campamento de La Mina permiten suponer para él una función principal dentro del asedio".

El otro recinto, de alrededor de una hectárea, se localiza a apenas 200 metros en línea recta desde la muralla indígena, sobre una cresta rocosa cuyas defensas naturales se complementan con un doble agger a base de piedras, ya en terrenos del término municipal de Arrabalde. "Su función pudo consistir en hostigar a los defensores con catapultas, escorpiones y otra artillería de torsión, tal y como ha sido documentado en otros conjuntos similares de época romana", expusieron.

Los investigadores consideran que el dispositivo de asedio tuvo que contar con varios campamentos más, situados en torno al oppidum indígena, cuya localización es desconocida hasta la fecha, y confían en que futuras prospecciones sistemáticas sobre el terreno permitan realizar nuevos hallazgos.

El yacimiento de Las Labradas es conocido por el hallazgo en su interior de dos importantes ocultamientos de joyas astures y algunas monedas de oro y plata, los conocidos como primer y segundo tesoro de Arrabalde. Desde su descubrimiento, en la década de 1980, se ha dado por hecha la relación entre el enterramiento de estos dos conjuntos de orfebrería prerromana y la conquista romana del asentamiento indígena.

"Sin embargo, hasta ahora, la presencia legionaria en la zona se limitaba a algunos objetos documentados en el interior del oppidum y al cercano campamento estable de Petavonium (Rosinos de Vidriales)", precisaron. Este recinto, situado a más de siete kilómetros al suroeste, está demasiado lejos como para haber tenido algún tipo de participación en la expugnación del castro, aunque en ocasiones se le haya supuesto una función de ese tipo".

De esta forma, el hallazgo de los dos recintos descritos "comienza a aclarar la forma en la que las legiones de Augusto tomaron el castro de Las Labradas, al tiempo que se contextualizan mejor los ocultamientos de joyas indígenas, en el marco de un asedio en toda regla y del que se empiezan a vislumbrar sus verdaderas e importantes dimensiones".

(Fuente: iLeón / ICAL)

14 de septiembre de 2018

Unas obras destapan una necrópolis medieval en Benavente (Zamora)

Los restos de una necrópolis medieval salían a la luz esta semana a los pies de la iglesia de Santa María.
Varias sepulturas quedaban al descubierto tras la retirada del antiguo adoquinado.
Son el centro de atención durante esta mañana y el motivo de miles de fotos los restos que han aparecido a los pies de la Iglesia de Santa María debido a las obras de saneamiento y rehabilitación que se han proyectado esta zona. Varias sepulturas quedaban al descubierto durante la retirada del antiguo adoquinado.

Al parecer estas losas contienen grabados y símbolos en muy buen estado de conservación que están siendo estudiados por el Servicio de Arqueología de la Junta de Castilla y León. Al respecto, la concejala de urbanismo, Sandra Veleda ha indicado  que los restos aparecidos corresponden a lápidas y tapas de sarcófago que están siendo analizadas para poder concretar la época de origen, previsiblemente de la Edad Media.


Los trabajos arqueológicos continúan para poder determinar el futuro de estos restos en los que se establecen varias vías, o la extracción y conservación de las lápidas o la reseña histórica en el nuevo pavimento.
(Fuente: Interbenavente)

28 de septiembre de 2016

La campaña de El Castillón halla restos humanos y documenta una prolongada ocupación

La campaña de excavaciones de 2016 ha desvelado la existencia de enterramientos infantiles, los primeros restos humanos encontrados en el yacimiento y que podrían datarse en el siglo V o VI; así como materiales que evidencian una ocupación en los siglos XIII o XIV, varias centurias más tarde de lo documentado hasta ahora.
Momento del hallazgo de restos humanos en El Castillón.  FOTO: ZAMORA PROTOHISTÓRICA
Los trabajos de excavación arqueológica en el poblado de El Castillón, en Santa Eulalia de Tábara (Zamora) efectuados en el verano de 2016, han permitido dar continuidad a las investigaciones iniciadas en años precedentes y ofrecen dos importantes novedades halladas en un edificio de grandes dimensiones: enterramientos infantiles que son los primeros restos humanos encontrados en el yacimiento y que podrían datarse en el siglo V o VI; y materiales que evidencian una ocupación en los siglos XIII o XIV, varias centurias más tarde de lo documentado hasta ahora.

SECTOR METALÚRGICO
Los arqueólogos Jose Carlos Sastre y Patricia de Inés, de la asociación científico cultural Zamora Protohistórica, han explicado hoy en rueda de prensa estos hallazgos, pertenecientes a la novena campaña de excavaciones de este poblado, que se han producido en las excavaciones que este año se han centrado en el sector metalúrgico y la vivienda oriental del castro situado junto en una posición elevada al río Esla.

Las investigaciones que se han llevado a cabo en el sector metalúrgico han permitido a los arqueólogos identificar una gran zona donde se acumulaban deshechos de la producción metalúrgica llevada a cabo en estos hornos, con la presencia de una gran cantidad de escorias de hierro procedentes de la reducción del mineral de hierro. En esta zona se registra una ocupación posterior, una vez que los hornos metalúrgicos no se encontrarían en funcionamiento, lo cual muestra la evolución del poblado entre los siglos V al VI d.C.

VIVIENDA Y ENTERRAMIENTOS INFANTILES
En lo que refiere a la vivienda oriental, se ha documentado un edificio de grandes dimensiones, del cual se ha podido intervenir en la zona externa, vinculada con una calle, y en dos de las habitaciones. Una de ellas presenta unas grandes dimensiones, constando de diversos bancos que se adosarían a los muros de la vivienda, así como un pavimento de tierra apisonada. En esta zona destaca la presencia de un gran número de elementos vinculados con la pesca, como anzuelos de hierro y bronce, pesas de red y almejas de río.

Uno de los elementos más singulares es la aparición de dos enterramientos infantiles, situados bajo el suelo de la vivienda, lo que indica su antigüedad con respecto al último momento de uso de este edificio. “Gracias a los primeros datos que tenemos nos inclinamos a pensar que pudieran situarse entre los siglos V – VI d.C., en relación con el momento de máximo apogeo de la vivienda”, señalan los expertos. Una de las tumbas presentaba la presencia de dos individuos, que habían sido enterrados en momentos diferentes. Todos estos restos humanos tendrían una edad aproximada entre los 2 y 3 años. Las investigaciones en los próximos meses se centrarán en realizar dataciones de Carbono 14 (C14), isótopos y estroncio, que permitirán conocer su datación precisa, la dieta que pudieron haber tenido a lo largo de su vida, así como cuestiones relacionadas con el parentesco de estos individuos.

NUEVA FASE DE OCUPACIÓN ENTRE LOS S: XIII y XIV
Además, otro de los hallazgos relevantes de esta campaña de excavaciones es la presencia de materiales y elementos que se situaran entre los siglo XIII y XIV d.C., lo que muestra una ocupación mucho más prolongada en este este poblado de lo que se conocía hasta la fecha. “Teníamos una primera ocupación en la Edad del Hierro, entre los siglos I a.C. al I d.C., con su periodo de máximo apogeo entre los siglos V y VI d.C., y ahora aparecde esta nueva fase”, explican.

A partir de esta nueva información, las investigaciones se centrarán en conocer con mayor precisión las características de este último momento en que está ocupado el poblado, y en saber si la ocupación del yacimiento es continuada o si existen periodos en que es abandonado para recuperarse posteriormente.

CAMPAÑA INTERNACIONAL
La XI Campaña de excavaciones en el poblado de El Castillón ha permitido acoger a un grupo de 40 arqueólogos procedentes de diversas zonas de España (Castilla y León, Asturias, Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía, Extremadura, etc), así como de Francia, Croacia, Serbia, Reino Unido, EEUU, México, Rusia y Suiza. Este equipo de voluntarios procedían de las Universidades de Salamanca, Oviedo, Burgos, Complutense de Madrid, Extremadura, Jaén, Granada, Pablo de Olavide, Alicante, Autónoma de Barcelona, London (Reino Unido), Belgrado (Serbia), Zurich (Suiza), Lyon (Francia), Cardiff (Reino Unido), Thessalonika (Grecia), Sorbona (Francia), Nottingham (Reino Unido).

Los trabajos de excavación arqueológica se han visto acompañados de diversas actividades culturales y divulgativas, entre las que se encuentran visitas a diversos lugares de la provincia de Zamora, como el monasterio de La Granja de Moreruela, el Castillo de Castrotorafe, el Lago de Sanabria, Benavente, Zamora y Puebla de Sanabria, entre otros. Además, se llevó a cabo la II Ruta Cicloturista, que reunió a un amplio grupo de asistentes que pudieron disfrutar de una visita en bicicleta al yacimiento de El Castillón. De igual forma se organizó una jornada de puertas abiertas para visitar los trabajos de excavación. Asimismo, se celebraron los VI Talleres de Arqueología para niños efectuados en la localidad de Santa Eulalia de Tábara.

21 de septiembre de 2015

El Castillón aporta nuevos datos sobre la alimentación en el Siglo V d.C.

La campaña de la excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Santa Eulalia de Tábara (Zamora) descubre una gran cantidad de semillas en buen estado
El análisis de los restos ofrecerá claves sobre el paisaje de la época. FOTO: ZAMORA PROTOHISTÓRICA
La VIII Campaña de Excavaciones Arqueológicas en el castro tardoantiguo de El Castillón, que tuvo lugar durante el pasado mes de agosto en Santa Eulalia de Tábara (Zamora), ha revelado nuevos datos sobre la alimentación de los pobladores de las orillas del río Esla en el siglo V d. C. Gracias al extraordinario descubrimiento de semillas de cereales depositadas en el interior de diferentes estructuras de almacenamiento elaboradas con pizarras, así como en piezas de cerámica, los arqueólogos saben un poco más sobre el modo de vida y el sustento de los habitantes de este poblado hace más de 1.500 años.

El hallazgo de una gran cantidad de semillas en buen estado es “casi único en este periodo” comenta Jose Carlos Sastre, codirector de la excavación y arqueólogo de la asociación Zamora Protohistórica, que lleva a cabo los trabajos. Las excavaciones de esta campaña se han centrado en una vivienda situada en la zona oeste del poblado. Esta amplia estructura está compuesta por cinco habitaciones, data de finales del siglo V d. C. y sufrió un incendio que la destruyó, aunque el lugar volvió a ser ocupado nuevamente a lo largo del siglo VI.

Precisamente, el incendio explica que se hayan podido conservar las semillas de avena, cebada y trigo carbonizadas. Algunas de ellas estaban en el interior de vasijas de cerámica que han podido rescatarse de una sola pieza, un hecho también extraordinario en las excavaciones de este periodo que también se explica por el incendio.


“Hasta ahora ya conocíamos parte de la alimentación de los habitantes de El Castillón por los restos de fauna que hemos ido encontrando, pero ahora completamos esta información con los cereales, que utilizarían para elaborar pan y quizá otros productos como la cerveza”, señala Jose Carlos Sastre.

Entre los animales, se encuentran ovicápridos, ganado vacuno, équidos, roedores, gallinas, ciervos y pescados procedentes del río Esla. Todo ello ofrece una idea más completa de la dieta de los pobladores de la zona tras el periodo romano. Además, en esta campaña de 2015 han aparecido dos garras de oso, otro hecho singular que puede indicar dos cosas. “Es posible que se cazaran estos animales, pero es más probable que se comerciase con este tipo de elementos de prestigio”.

ANÁLISIS QUE EXPLICARÁN CÓMO ERA EL PAISAJE
El incendio que acabó con el asentamiento del siglo V también carbonizó vigas de la techumbre de la vivienda. El análisis de sus restos ofrecerá información clave sobre el paisaje de la época, puesto que revelará el tipo de árboles que existían en la zona hace 15 siglos. Es lo que se conoce como antracología y no será el único trabajo de laboratorio derivado de los hallazgos de esta campaña de excavaciones de El Castillón, puesto que también se analizarán las semillas (carpología) para certificar qué tipo de cereales cultivaban los habitantes del castro, así como otros elementos relacionados con la metalurgia.

En esta campaña de excavaciones participaron un total de 42 voluntarios procedentes de las Universidades de Salamanca, León, Valladolid, Burgos, Santiago de Compostela, Asturias, Granada, Jaén, Extremadura, Complutense de Madrid, Autónoma de Madrid, Sevilla, La Sorbona de Paris (Francia), Texas (Estados Unidos), Coimbra (Portugal) y Atenas (Grecia).

Además de los trabajos de excavación, durante la campaña Zamora Protohistórica llevó a cabo diferentes actividades de difusión y divulgación de los trabajos arqueológicos, como una ruta cicloturista desde Santa Eulalia de Tábara hasta El Castillón, los V Talleres de Arqueología Infantil, una semana de puertas abiertas al yacimiento y una visita guiada.

19 de mayo de 2014

Los investigadores aportan en Zamora nuevos datos sobre los pueblos prerromanos de España

El Congreso de Fortificaciones del Hierro se ha clausurado "con éxito" pese al "olvido" de las instituciones públicas. Ha reunido en Zamora a más de 170 investigadores de diferentes puntos de España que coinciden en desmontar algunos mitos sobre la Edad de Hierro.
Ponentes en la jornada de clausura del Congreso "Fortificaciones en la Edad del Hierro: Control de los recursos y el territorio". Foto: LA OPINIÓN DE ZAMORA.
El Congreso Internacional ‘Fortificaciones en la Edad del Hierro: Control de los recursos y el territorio’, organizado por la Asociación Científico-Cultural Zamora Protohistórica ha concluido con la presentación de varias investigaciones sobre yacimientos prerromanos de diversos puntos de España. En general, los investigadores coinciden en que los estudios hacen caer algunos mitos sobre la Edad del Hierro al mostrar, por ejemplo, que los pueblos peninsulares tenían bastante movilidad y contactos entre sí.

“El concepto de frontera es más laxo que el que tenemos en la actualidad, probablemente entre un poblado íbero de montaña y un celtíbero no había demasiadas diferencias”, afirma Tomás Pedraz, investigador de la Universidad de Alicante.

Este especialista ha hablado de los sistemas defensivos de la Edad del Hierro en las zonas más orientales de la Meseta Sur, un amplio territorio que abarcaría parte de las actuales provincias de Cuenca, Valencia y Albacete. Sitios arqueológicos como El Molón o Castellar de Meca destacan sobre el resto por sus grandes fortificaciones, lo que revela “un papel económico y un prestigio” importantes. Además, los estudios muestran que estos pueblos prerromanos “se movían más de lo que aparentaban” y tenían muchos contactos con los pobladores de lugares relativamente distantes para la época, como Andalucía o Aragón.


“Probablemente, sus formas de vida basadas en la agricultura y la ganadería no era muy diferentes a las que tenían los modernos habitantes de estas zonas hace tan sólo 100 años”, comenta el experto. En su opinión, existen rasgos etnográficos presentes en manifestaciones como el folclore que provienen de esa época, que aún conservan “un sustrato indígena”, a pesar de que la historia se habría de escribir con el paso de otros pueblos, empezando por la conquista romana.

LA CONQUISTA ROMANA
Precisamente, otra de las ponencias del día ha mostrado un claro ejemplo de romanización, el caso de Segeda, una ciudad celtíbera ubicada en Belmonte de Gracián (Zaragoza) que presenta en la actualidad dos yacimientos diferentes: Segeda I, correspondiente a la original, y Segeda II, que apenas a 100 metros se identifica con la ciudad fundada por los conquistadores. “Los romanos la destruyen y fundan una ciudad nueva aunque mantienen la nomenclatura indígena”, explica el arqueólogo Diego Franganillo. En este caso, los elementos defensivos son muy característicos, con sillares de yeso que forman muros que aún hoy en día conservan entre tres y cuatro metros de altura.

En esta zona de la península la invasión romana parece seguir este patrón: la destrucción de las ciudades ubicadas en cerros para fundar otras en llano de acuerdo con la organización latina. Tras analizar en los últimos años los sistemas defensivos, el objetivo de los investigadores es realizar excavaciones en el interior de la ciudad para obtener más datos.

Esta última jornada del congreso ha contado también con ponencias sobre otros enclaves de Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña y País Vasco para concluir una cita que ha congregado en Zamora a lo largo de los tres últimos días a más de 150 especialistas en la Edad del Hierro gracias a la organización de Asociación Científico-Cultural Zamora Protohistórica.

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Por otra parte, en el marco del congreso, ha tenido lugar la presentación de las actas de las “II Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero. Del Neolítico a la Antigüedad Tardía”, que recogen las comunicaciones que se presentaron en este evento, organizado por la Asociación Científico-Cultural Zamora Protohistórica y Tras las Huellas del Tiempo y celebrado en el Museo de León, que contó con la colaboración del Instituto Leonés de Cultura, la Universidad de León, la Diputación de León y la Junta de Castilla y León. Este evento reunió a 120 especialistas sobre el valle del Duero y tuvo lugar los días 25, 26 y 27 de octubre de 2012, con la presentación de 49 comunicaciones.

Equipo de Zamora Protohistórica.
Asimismo, la experiencia ha servido para presentar una nueva publicación editada por la casa especializada Glyphos, que contiene los 35 trabajos presentados en la segunda edición de esas mismas jornadas que tuvieron lugar en León con aportaciones sobre la arqueología y las nuevas tecnologías. Tanto este volumen (Del Neolítico a la Antigüedad Tardía) como el resto de trabajos editoriales se pueden adquirir en la página web del colectivo como en la librería Semuret.

CAMPAÑA EN EL CASTILLÓN
El éxito y la repercusión de las diferentes jornadas llevadas a cabo "ayudan" a la asociación a cumplir "nuevos objetivos". El más inminente se centra en una nueva campaña de excavaciones en el yacimiento de El Castillón (Santa Eulalia de Tábara), para el que intentan recabar distintos recursos que hagan posible el trabajo.

Precisamente, aquí radica una de las asignaturas pendientes de estas iniciativas, el apoyo institucional. "En estas jornadas, el apoyo de las instituciones públicas ha sido inexistente, por lo que resulta especialmente satisfactorio que la iniciativa haya salido adelante", explica José Carlos Sastre. El responsable de Zamora Protohistórica llama a las administraciones a "reflexionar" sobre encuentros como el de esta semana, "en el que han participado hasta 170 personas de diferentes países". Pese a ese "olvido", estas iniciativas colocan a Zamora en el mapa de la arqueología.

25 de julio de 2013

La magnetometría revela estructuras ocultas en el yacimiento de El Castillón (Zamora)

El yacimiento de El Castillón, situado en Santa Eulalia de Tábara (Zamora), guarda estructuras aún no descubiertas por los arqueólogos que han trabajado en la zona durante cinco campañas según los estudios de magnetometría realizados en los últimos días. La Asociación Zamora Protohistórica reanudará las excavaciones en el castro zamorano de época tardoantigua con 45 participantes de seis países
Trabajos de magnetometría en el yacimiento de El Castillón. FOTO: Zamora Protohistórica
La información del subsuelo obtenida mediante esta tecnología podrá ser contrastada gracias a los nuevos trabajos de excavación que la Asociación Zamora Protohistórica desarrollará entre el 5 y el 30 de agosto de 2013. 

“La magnetometría ha permitido descubrir algunas estructuras que no eran perceptibles en superficie, como muros localizados a gran profundidad, derrumbes de las viviendas e indicios de niveles de incendio”, explica a DiCYT Jose Carlos Sastre Blanco, que junto a Patricia Fuentes Melgar y Óscar Rodríguez Monterrubio, dirige el Proyecto de Investigación y Difusión del Patrimonio Arqueológico Protohistórico de la Provincia de Zamora (P.I.D.P.A.D.Z.).

Esta tecnología se basa en la detección de variaciones locales en la intensidad del campo magnético terrestre, conocidas como anomalías magnéticas. Dichas variaciones pueden tener una explicación geológica, pero también un origen humano, por lo que la magnetometría resulta útil en investigaciones arqueológicas para hallar indicios de construcciones.

Qué detecta un magnetómetro

Cuando se investigan restos arqueológicos que están bajo la superficie, materiales como la piedra caliza o las arcillas que conforman los adobes poseen una susceptibilidad magnética baja, explican los expertos de la empresa Arbotante, por lo que ofrecerán un magnetismo inferior al que caracteriza los sedimentos que le rodean haciendo posible de este modo detectar muros y estructuras con esta técnica. Por el contrario, hoyos, zanjas y fosas estarán rellenos de tierra húmica, carbones, fragmentos cerámicos, elementos todos con un alto grado de susceptibilidad que, por tanto, arrojan unos niveles magnéticos superiores a los depósitos geológicos que los rodean y que quedarán reflejados en el magnetómetro como alteraciones magnéticas positivas.

Todo esto se conoce como magnetismo inducido, pero existe otro fenómeno magnético más conocido y aplicado desde hace más tiempo en la Arqueología, la termomagnetización remanente. Hornos, hogares y suelos de barro quemados están hechos generalmente con arcilla y ésta contiene, en menor o mayor medida, partículas de óxido de hierro que al calentarse se convierten en magnetita o megatita, materiales con un elevado grado de magnetización, por lo que ofrecen al magnetómetro un fuerte contraste respecto al campo magnético de su entorno.

El objetivo es tener la mayor información posible antes de excavar para seleccionar los lugares más adecuados de acuerdo con los objetivos científicos. En este caso, “los resultados obtenidos proporcionan un primer acercamiento de los estratos arqueológicos antes de comenzar la excavación”, señala Jose Carlos Sastre, que junto con el resto del equipo de investigación podrá comprobar en las próximas semanas si la prospección mediante magnetometría se corresponde con la realidad en cuanto a muros o estructuras de combustión. 


Hornos metalúrgicos,
viviendas, cerámicas,
pendientes y botones
de hueso
Gráfico del subsuelo resultado de un estudio de magnetometría.
Foto: Arbotante.
Gracias a los trabajos realizados durante cinco veranos consecutivos a orillas del río Esla, entre 2007 y 2011, en el yacimiento de El Castillón se ha descubierto una muralla muy bien conservada, dos hornos metalúrgicos y una vivienda con tres habitaciones, dedicada una de ellas al almacenamiento de productos. También se encontraron magníficos materiales como cerámicas de gran calidad, pendientes o botones de hueso pertenecientes a la Edad del Hierro y sobre todo a un asentamiento tardorromano del siglo V d.C. Todo ello aporta muchísima información acerca de una época histórica muy poco documentada, especialmente en esta zona, de manera que tiene un extraordinario valor científico.

Un proyecto que sobrevive gracias a la microfinanciación
Sin embargo, la falta de financiación paralizó el proyecto en 2012, que se retoma ahora gracias a una iniciativa de microfinanciación ocrowdfunding por la que decenas de personas han apoyado el proyecto, que ha conseguido recaudar más de 3.500 euros. Por eso, en esta próxima campaña participarán unas 45 personas, procedentes de seis países: España (Galicia, Asturias, Castilla y León, Madrid, Cataluña, Castilla La Mancha, Extremadura, Aragón y Andalucía), Francia, Italia, Tanzania, Brasil y Portugal. Se trata de voluntarios vinculados con la arqueología, en su mayoría jóvenes estudiantes, que no sólo contribuirán con su esfuerzo, sino que tendrán la oportunidad de conocer la provincia de Zamora y su riqueza natural y cultural.

Esta vez “los objetivos se centran en finalizar la excavación en las últimas habitaciones de la gran estructura habitacional, situada en la zona central del poblado; ampliar el área de excavación del sector metalúrgico; estudiar las estructuras relacionas con el procesado y fabricación de útiles de hierro; y realizar un pequeño sondeo en una de las estructuras habitacionales del Sector Sur que nos permita continuar con las excavaciones en el futuro”, señala Jose Carlos Sastre.

18 de abril de 2013

Hallada una tumba medieval en el entorno del santuario de Carballeda (Zamora)

La tumba está cavada en la misma roca en la que se asienta el templo de Nuestra Señora de la Carballeda. En una primera hipótesis puede tratarse de un enterramiento que se sitúa en la Edad Media, pero su datación es amplia entre los siglos IX al XII.
Se trata de una tumba antropomorfa en la que se
distinguen con claridad la forma de la cabeza
y los hombros. 

Los responsables de la Cofradía de Los Falifos piden la excavación arqueológica del entorno del santuario de Nuestra Señora de la Carballeda y su protección tras la localización de una tumba antropomórfica que podría corresponder al cementerio medieval. 

Está pendiente de definir lo que podría ser una segunda tumba en la misma zona. La carretera N-525 es la principal amenaza de la necrópolis medieval, cuya datación es determinante para ubicar el origen del culto a la Virgen de la Carballeda. 

A comienzos del siglo pasado la necrópolis sufrió un severo castigo en su conservación cuando se trazó la carretera nacional desviando el camino antiguo y original que subía desde el río, ocupando el cementerio clausurado desde hacía siglos pero cuya existencia se conocía. A finales del siglo XIX, cuando se construyó la carretera de Benavente a Sanabria no se respetó esta necrópolis situada junto al santuario y se destruyó gran parte de ella.

Hallazgo reciente
El doctor en Filosofía por la Universidad de Valencia, historiador y cabildero de la Cofradía de los Falifos de Rionegro, Julio Badenes Almenara realizó el descubrimiento de una tumba completa en el muro norte, y lo que parece parte de otra de las tumbas. Los enterramientos están encastrados entre el asfalto de la carretera y el muro.

El hallazgo de esta tumba antropomórfica se produjo el pasado 2 de abril, después de la reunión de Cabilderos en Rionegro y cuando esperaba que comenzaran los actos de la festividad de Pascua, una de las celebraciones más importantes que reúne a buena parte de los miembros de la directiva de la Cofradía. Para hacer tiempo Julio Badenes dio un paseo alrededor del templo y le llamó la atención el hueco excavado en una roca que aflora en el suelo en el muro norte, roca aprovechada aparentemente como cimentación del templo.

Es necesaria una excavación arqueológica
Al estudiarla más detenidamente «me percaté de que se trataba de un importante hallazgo: una tumba cavada en la misma roca en la que se asienta el templo de Nuestra Señora de la Carballeda». Se distingue perfectamente la forma humana tallada en la piedra, donde se define con claridad la forma de la cabeza y los hombros. En el hueco de lo que ocuparía el cuerpo había restos de tierra, ladrillos, plásticos que al retirarlos dejaron en evidencia la forma humana completa. Determinar su datación real depende de que «se lleve a cabo una excavación arqueológica, previa protección de todo el entorno» subraya el responsable de patrimonio de la Cofradía.

En una primera hipótesis puede tratarse de un enterramiento que se sitúa en la Edad Media, pero su datación es amplia entre los siglos IX al XII. Los especialistas sitúan el final de este tipo de enterramientos antropomórficos en el XII. Para el historiador «hasta que no se realice una adecuada prospección arqueológica será muy difícil especificar algo más sobre tan importante hallazgo. Considero que este hallazgo es fundamental porque sumerge a este Santuario, a esta ubicación tan simbólica en la Plena Edad Media». Sobre la necrópolis hay un serio riesgo de deterioro.

Orientación este-oeste
Otro signo importante es la relación que puede tener esta tumba con el primer santuario medieval o con la veneración medieval a la Virgen de la Carballeda, patrona de la comarca. Veneración que se fue expandiendo por León, toda Castilla, Galicia e Hispanoamérica. Su orientación es este-oeste, «es decir, la misma que la del templo medieval. Los pies del muerto hacia el este y la cabeza hacia el oeste. Es antropomorfo porque vemos como tiene la forma humana la piedra: la cabeza y el cuerpo se han tallado en la piedra para que descanse allí el fallecido». En este punto está un pequeño altar abierto en el muro, si bien esa apertura es una puerta cegada que podía dar acceso al cementerio, indicios que sería necesario corroborar con la investigación arqueológica.

Badenes trasladó la responsabilidad de proteger el hallazgo al gobierno zamorano, y la Junta de Castilla y León «los encargados de patrimonio histórico deben defender, proteger y excavar este entorno arqueológico que acabo de descubrir. Pues es muy triste y descorazonador, ver como las instituciones gubernamentales de Castilla y León, y las zamoranas en particular, no están apostando por uno de los tesoros más grandes que posee esta región zamorana y esta Comunidad castellano leonesa».

La Cofradía de los Falifos es posiblemente la más antigua de España y que sigue viva al comienzo del siglo XXI, realizando un papel solidario que es una lección para las generaciones presentes y futuras. Este santuario tiene su origen en la Edad Media. Los servicios de arqueología de Zamora y de la Junta deben ponerse manos a la obra.

Para el historiador es urgente la adopción de medidas de protección pues se encuentra junto al muro norte del santuario, pegado a la misma carretera que va de Benavente a Sanabria, con lo cual hay un grave peligro de que sea dañado «pues como vemos en la imagen junto a él se puso una farola y se destruyó parte de la roca». La Cofradía y el Ayuntamiento de Rionegro del Puente «junto con el gobierno zamorano y la Junta de Castilla y León deben, ahora proteger este hallazgo histórico. Se encuentra junto a la puerta románica norte y el grueso muro está, casi, construido sobre este enterramiento. Por lo que es posible que hubieran varios enterramientos, pero han quedado cubiertos por el santuario románico-gótico. En esta zona estaba ubicado el cementerio de la Cofradía donde se inhumaban desde la Edad Media». Los habitantes de Rionegro «hablan de que se han encontrado muchos huesos en esta zona que han aflorado al realizar las obras que se han hecho a lo largo del siglo XX».

14 de marzo de 2012

La calzada que moría en Ocelo Durii

Investigadores aseguran que han hallado un tramo de 500 metros del camino romano del itinerario de Antonino en el término municipal de Villalazán (Zamora)

Este tramo de vía pertenecería a la ruta XXIV del Itinerario de Antonino
que enlazaba las "civitates" de Augusta Emérita y Caesar Augusta
 
El investigador José Luis Vicente González, ingeniero técnico forestal de profesión, asegura haber localizado un tramo de calzada romana, bastante bien conservado, de aproximadamente 500 metros de longitud, en las inmediaciones de Villalazán, zona donde se han encontrado muchos otros restos romanos, especialmente los de la ciudad de El Alba. El tramo que describe está a la salida del pueblo tomando el camino hacia el río a la altura de la primera curva a la izquierda de la carretera en dirección a Villaralbo

El estudioso asegura que se trata de restos de una calzada porque el terreno circundante a la vía «es pura arcilla, sin ninguna piedra». Además hay otros indicios: «La calzada, cimentada de piedra a lo largo de todo su recorrido, se eleva notoriamente sobre el terreno natural que la rodea». Uno de los puntos más interesantes del tramo de calzada conservado, indica Vicente González, «es la trinchera artificial final de acceso al desaparecido puente que cruzaba río Duero (Durius.), a la que sigue un espectacular terraplén artificial integrado totalmente por cantos rodados». Del hallazgo indica que «según las investigaciones sobre la red viaria del occidente de la Meseta Septentrional que venimos realizando durante los últimos años, este tramo de vía pertenecería a la ruta XXIV del Itinerario de Antonino, que enlazaba las "civitates" de Augusta Emérita y Caesar Augusta». Más en concreto, el tramo hallado se localizaría entre las mansiones de Sibariam y Ocelo Duri. Esta calzada romana, siempre según la tesis del mencionado investigador, formaría parte del trazado «fantasma» (inexistente al norte de Salamanca) «de la mítica ruta histórica, y actual invento turístico denominada, sin ningún rigor científico Vía de la Plata».

Vicente González tiene una larga trayectoria investigadora, con teorías que en ocasiones chocan con las conclusiones más comúnmente aceptadas. Por ejemplo, piensa que «la villa de Ocelo Durii (o, al menos, una de ellas) tuvo que estar situada al norte del Duero, en la localidad de San Pelayo, que es un despoblado situado enfrente de "El Alba", actualmente transformado en cortijo, en el que, hasta las concentraciones parcelarias, confluyeron todos los caminos del contorno». Fijando la villa en este punto encaja perfectamente todo el viario situado al norte del Duero. «En la finca, que no figura como enclave romano en el Inventario Arqueológico, se puede observar una extraordinaria concentración de arenisca labrada, incluyendo lo que podrían ser los restos de algún miliario».

Esta constatación animó al ingeniero forestal a retomar el estudio del tramo de la vía 24 del Itinerario de Antonino entre Sibariam y Ocelo Durii, quien cita un estudio sobre el yacimiento de «El Alba» y áreas aledañas, publicado por Jesús Liz Guiral, catedrático de arqueología de la Universidad de Salamanca, que da noticia de «dos pequeños yacimientos romanos al noroeste de "El Alba" ("El Barrero y Las Ventanas") que no figuran en el Inventario Arqueológico de Zamora, y que, según nuestra propuesta se corresponderían con la «mansio» principal de Ocelo Durii, situada junto al acceso sur del puente que comunicaba ambas orillas del río Duero». Según prosigue José Luis Vicente, «la civitas de Ocelo Durii dispuso de dos mansiones más, aparte de la antes indicada». La siguiente en importancia debió de ser la emplazada en la dehesa de San Pelayo, que daría servicio a la mayor parte de los viajeros en movimiento al norte del río Duero, así como a los viajeros procedentes de Sibariam que se dirigieran a la calzada que conducía a Asturica Augusta a través de Petavonium.

Finalmente, destaca el yacimiento situado al norte del Duero, en las inmediaciones de la localidad de Fresno de la Ribera («La Cascajera») utilizado por los viajeros que se desplazaban siguiendo la ruta 26 del Itinerario del modo más directo hacia Caesar Augusta. «Para este tipo de transeúntes sería una pérdida de tiempo innecesaria tener que apartarse de su camino entre Vico Aquario y Albocela para descansar o reponer fuerzas en las dos mansiones mencionadas con anterioridad, que son las más próximas a "El Alba"».

Este investigador identifica la villa de Vico Aquario con el yacimiento de «La Manuela/La Salgada» (Aspariegos). La «mansio» de Albocela la situamos en el yacimento de Pobladura de Sotiedra, que se localiza debajo del yacimiento correspondiente a la civitas («Ermita de Nuestra Señora de Tiedra La Vieja»).

El recorrido de la vía XXIV entre Sibariam y Ocelo Duri «no lo tenemos ajustado todavía del todo, pero todos los datos que manejamos apuntan a localizar la civitas de Sibariam en San Cristóbal del Monte (Topas). El famoso yacimiento de Santa Colomba (Fuentespreadas) sería una "mutatio" de este tramo de vía.

(Fuente: La Opinión de Zamora / S. Ramos)

15 de octubre de 2010

Arqueólogos del CSIC descubren restos de una muralla prerromana en Villardiegua (Zamora)

Las labores de investigación llevadas a cabo este año por arqueólogos del CSIC en Villardiegua de la Ribera han sacado a la luz los restos de una muralla de la época prerromana de al menos 2 metros de altura por 4,5 de ancho, que en varios tramos aparece reaprovechada para aterrazar las zonas de cultivo. El cerco rodea todo el cerro, excepto en la parte que da al Arribe y este nuevo hallazgo se incluirá en el itinerario arqueológico que se identificará en breves fechas con el fin de dar a conocer a los visitantes la relevancia histórica de la zona.
Muralla en el asentamiento de "Peña Redonda".

Así lo ha confirmado el grupo de investigación Estructura Social y Territorio-Arqueología del Paisaje del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que a lo largo de este año ha continuado las labores de investigación y puesta en valor de los conjuntos arqueológicos de las localidades de Pino del Oro y Villardiegua de la Ribera, financiados por diferentes programas de la Junta de Castilla y León y con la colaboración de los propios ayuntamientos.

Las labores iniciadas en 2009 en Villardiegua de la Ribera, que han tenido continuación este año, permitirán así la apertura de un nuevo itinerario arqueológico con la colocación de paneles informativos, que incluyen la visita a un pequeño conjunto de estructuras mineras auríferas romanas y el asentamiento de Peña Redonda.

Pero además de la puesta en valor de la zona, los investigadores han podido recabar valiosos datos que vienen a corroborar la importancia arqueológica de este territorio situado en la frontera entre las comarcas de Aliste y Sayago. Precisamente, las terrazas situadas al pie del asentamiento de Peña Redonda han sido objeto de estudio durante este año, confirmándose su origen romano «y revelando una profundidad de hasta tres metros».

Según se ha apuntado desde el equipo de investigación que dirige en profesor Javier Sánchez Palencia, «este hecho es especialmente relevante por la dificultad de poder documentar unas terrazas de cultivo de época romana en un estado tan bueno de conservación». Además, junto a los restos de la muralla se han podido documentar también los cimientos de una casa circular junto a gran cantidad de restos cerámicos hechos a mano, «que confirman la cronología del asentamiento desde la Edad de Hierro hasta el final de la época romana».

Además de Villardiegua de la Ribera, este año se ha continuado con las excavaciones en Pino del Oro, donde se comenzó a trabajar en el año 2006 con unos resultados espectaculares.

Así, las investigaciones han permitido ampliar el itinerario arqueológico de la zona minera aurífera romana con dos nuevos puntos de información, que se añaden a los ocho ya existentes. Las excavaciones realizadas en el asentamiento «El Picón» han permitido seguir documentando los restos arqueológicos de un asentamiento datado entre los siglos I y V d. C., recuperándose diversos materiales cerámicos como «tegula», «terra sigillata» o cerámica común romana.

Dentro de los trabajos de este año, se ha llevado a cabo una excavación en el yacimiento de «La Ciguadeña», un pequeño espolón sobre el río Duero, que ha permitido certificar la existencia de un poblado en la Edad de Hierro, rodeado por una muralla que actualmente se conserva reaprovechada y oculta por tierras de cultivo.

(Fuente: La Opinión de Zamora)

29 de septiembre de 2010

ARQUEOLOGÍA: La construcción de un nuevo puente en Zamora (León) saca a la luz numerosos restos romanos, islámicos y de la Edad Media

Las catas arqueológicas que se ejecutan en el Campo de la Verdad para la construcción del nuevo puente urbano sobre el río continuarán al menos dos semanas más tras para rescatar «pequeños huecos de la historia de Zamora a través de una secuencia que va desde la época de la Edad del Bronce hasta la época romana, islámica y medieval», apunta Ana Sandoval, arqueóloga y codirectora de las excavaciones del puente junto a Miguel Ángel Martín. La profesional acompañó ayer al delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Alberto Castro, y a la alcaldesa, Rosa Valdeón, en su visita por los trabajos arqueológicos que se inventariarán para documentar todas las estructuras halladas.

Restos cerámicos y de viviendas de la Edad del Bronce, zanjas de la Edad Tardoantigua así como explotaciones agrarias con artilugios hidráulicos tales como norias o acequias de la Edad Media son algunos de los hallazgos detectados durante las catas y a los que se unen piezas de cerámica, vidrios, objetos de hueso, monedas o necrópolis de la Edad Moderna.

Ante esta situación, las previsiones de los arqueólogos pasan por «trabajar hasta que no quede ningún punto por estudiar, de modo que hemos puesto todos los medios para hacerlo con la mayor celeridad pero con una recogida lo más completa posible de los datos». Aunque los especialistas ya conocían con antelación la posibilidad de hallar restos, «tras hacer las primeras valoraciones los resultados fueron mejores de lo esperado al tratarse de una zona fuera del perímetro amurallado donde vivían poblaciones pobres y humildes que apenas dejaron pruebas escritas», añade la arqueóloga.

Esta circunstancia ha supuesto un ligero retraso con respecto a las previsiones iniciales para construir el nuevo puente y un incremento del coste de la obra aún por determinar pero que «asumirá también la Junta de Castilla y León», garantiza el delegado territorial en representación de la Administración regional, entidad que asume el coste íntegro del presupuesto. Conforme a las previsiones de la Junta, a mediados de octubre las catas concluirán para, a continuación, «iniciar de inmediato los trabajos dentro del río y las obras del puente propiamente dicho de cara a ejecutar las micropilotaciones y las penínsulas», expone Alberto Castro.

(Fuente: La Opinión de Zamora)

25 de septiembre de 2010

Descubierta una escultura de un ángel gótico en un nicho mural de la Catedral de Zamora (León)

La retirada del muro que cubría el lucillo del alcaide López Rodríguez de Olivares en la Catedral ha permitido el descubrimiento de una escultura que representa un ángel sin alas de estilo gótico, de gran calidad, varias pinturas, en buen estado de conservación teniendo en cuenta que fueron tapadas por las tendencias existentes en el siglo XVII, así como el grupo de la «Transfiguración».







Foto: El lucillo ya sin el muro que lo cubría, pero protegido por un plástico ayer en la Catedral.   Foto Emilio Fraile
El hallazgo se produce tras realizarse una prospección endoscopia en primavera que permitió observar que en el interior del arcosolio, situado en el muro sur del primer tramo de la nave meridional, se encontraba un grupo escultórico de la figura de Cristo con la voz de Dios, que otro nicho mural sellado albergaba los restos posiblemente de Arias Gonzalo y que un tercero, la momia del primer obispo que condujo la Diócesis tras la restauración de la sede episcopal. En aquel momento, el responsable diocesano de Patrimonio, José Ángel Rivera de las Heras, adelantó que el primer lucillo en el que se retiraría el cerramiento sería el que alberga el relieve de la «Transfiguración», para proseguir posteriormente con los demás conforme a las posibilidades económicas del Cabildo catedralicio.







La escultura gótica ahora localizada representa a un ángel que carece de alas. La pieza la tallaron aproximadamente en el año 1.300 y, tanto por la data como por la calidad, es coetánea de la Virgen de la Majestad o de las figuras de la Hiniesta y la Anunciación de Toro y responde a las características del mismo maestro, según ha podido conocer es medio. Además, en estos momentos, la creación se encuentra en el Archivo Provincial a la espera de poder ser restaurada.







En cuanto a las pinturas, al parecer, han localizado dos figuras que representan a dos frailes mendicantes, acompañados de una leyenda en latín, que bien corresponderían a Santo Domingo y a San Francisco o bien se trataría de unos santos ermitaños. La traducción de texto al castellano podrá luz sobre la identidad de las efigies pintadas presumiblemente en la Edad Media. 







El descubrimiento lo completa un relieve escultórico medieval que representa la «Transfiguración del Señor», en cuyo centro aparece Cristo, envuelto con un haz de rayo, bendiciendo con la mano derecha y con una filacteria desplegada en la mano izquierda. Sobre la cabeza del Jesús aparece la representación plástica de la voz de Dios, la denominada «Dextera patris». A la derecha y a la izquierda de Cristo se hallan dos figuras de pie y veladas que podrían corresponder a Pedro y Santiago, mientras que en la parte inferior aparece San Juan Evangelista. 







Estos hallazgos ponen más en valor el patrimonio artístico de la Seo e implican que Zamora alberga el primer ejemplo de sepulcro mural medieval de la región con la representación de la «Transfiguración».





El arcosolio ubicado en el primer tramo del costado norte del coro contiene los restos humanos que podrían corresponder al noble Arias Gonzalo, albacea del rey Fernando I de Castilla y defensor de la ciudad en el episodio del Cerco, a tenor de la tradición y la documentación que señala que sus restos están en el ala norte de la Catedral. Hasta allí fueron trasladados en el año 1621 tras el incendio del antiguo claustro acaecido en 1591. 







La prospección también detectó en otro de los nichos murales sellados los vestigios completos, al parecer, momificados de un difunto envuelto en un sudario que corresponden al obispo Bernardo de Perigord, primer prelado tras la restauración de la sede episcopal zamorana y cuyo pontificado transcurrió desde el año 1121 y hasta el 1149. El muro interior del arcosolio y el intradós son totalmente lisos, con sillares labrados de manera regular.