google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: iglesia visigoda
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8 de noviembre de 2018

Una iglesia visigoda bajo el santuario de Regla en Chipiona (Cädiz)

La cámara subterránea, de 15 metros de largo y 4,5 de ancho, se conserva bajo el actual monasterio y anexa a la actual iglesia, del siglo XX. Está cubierta con una gran bóveda de cañón con tres arcos de medio punto y fue construida en torno al siglo VII.
Hasta el momento se creía que el monasterio de Nuestra Señora de Regla tenía su origen en una fortaleza y una ermita donada en 1399 por Alonso Pérez de Guzmán.
El arqueólogo Antonio Ramos Millán ha visto la luz a través de una ventana. No ha sido literalmente sino, más bien, como “una metáfora cognitiva” con la que se ha asomado a una antigüedad desconocida del santuario de la Virgen de Regla, de Chipiona (Cádiz). El profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada sostiene que el actual edificio esconde dos plantas de una iglesia visigoda del siglo VII que, posteriormente, fue reutilizada como castillo y mezquita almorávide, también desconocidos hasta ahora. El hallazgo destaca por su carácter “excepcional y singular”, a juicio de Ramos, tanto por la naturaleza del patrimonio descubierto como por su estado de conservación.

Hasta el momento se creía que el monasterio de Nuestra Señora de Regla tenía su origen en una fortaleza y una ermita donada en 1399 por Alonso Pérez de Guzmán. Pero Ramos y su equipo de arqueólogos rebaten esta datación oficial y retrotraen la antigüedad del inmueble a casi siete siglos antes, a partir del estudio de dos elementos arquitectónicos que estaban descontextualizados en el edificio: un ventanal con parteluz que se creía más moderno y una enigmática cámara subterránea cuya utilidad no estaba clara.

“Se sabía que eso estaba ahí, pero, siendo espacios conocidos nadie se percató de la trascendencia de lo que representaban”, explica el arqueólogo en referencia al hallazgo divulgado recientemente. Una vez conocida la hipótesis de Ramos, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía va a revisar el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del santuario —aún pendiente de publicación— para actualizarlo con los nuevos descubrimientos, según confirman desde la delegación provincial.

La cámara subterránea, de 15 metros de largo y 4,5 de ancho, se conserva bajo el actual monasterio y anexa a la actual iglesia, del siglo XX. Está cubierta con una gran bóveda de cañón con tres arcos de medio punto y fue construida en torno al siglo VII. En su interior conserva un pozo de agua junto a un arcosolio excavado en la pared, usado en las primeras iglesias como enterramiento de un mártir. “Su uso no era de cripta funeraria, sino de lugar de culto como herencia de las catacumbas de los primeros cristianos”, detalla el arqueólogo. Ramos sostiene que el espacio era la planta inferior de un edificio visigodo de dos niveles que tenía fines monacales.

El espacio era conocido de antaño por los monjes franciscanos que hoy habitan el edificio. “Se ha usado como bodega, como refugio o para esconder a la Virgen de Regla en la Guerra Civil. El hallazgo no es lo que estaba ahí sino lo que realmente es”, añade el investigador. Y lo mismo ha ocurrido con la ventana que dio inicio a su investigación, hace ahora diez años. El vano se compone de dos arcos de herradura apuntados y un parteluz y, hasta ahora, se ha considerado que el hueco era de origen mudéjar (arte hispano-musulmán desarrollado tras la Reconquista).

Sin embargo, Ramos considera que este hueco es muy anterior. El arqueólogo data su origen como una ventana de la planta superior del templo visigodo. Los mozárabes —cristianos que vivieron bajo dominación árabe— mantuvieron el uso cristiano del edificio, hasta que, a principios del siglo XII, los almorávides se hicieron con el control de Al-Andalus y deportaron a los cristianos del sur al Magreb. Después de este desalojo, el edificio se reconvirtió en un castillo o ribat de usos monásticos con una mezquita principal. Con el cambio, la ventana se redecoró al gusto almorávide, según la tesis de Ramos, sostenida también en su publicación De la memoria idrisiana y arqueológica del Ribat Al-Munastir almorávide de las mezquitas (Chipiona).

“Fue una ventana emblemática que permitió comprenderlo todo”, reconoce el arqueólogo. Sin embargo, su valor va más allá de la importancia que tuvo en la propia investigación. Su existencia corrobora la existencia del ribat que, pese a estar reconvertido de nuevo al culto católico, “se conserva en su práctica totalidad”, según Ramos. Para el experto, mención aparte merece la iglesia subterránea: “No se conocen criptas visigodas que se conserven en su integridad, caso destacado de una parte de la cripta de San Antolín, en la catedral de Palencia”.

Ahora este nuevo pasado rescatado será incorporado al futuro expediente BIC y, de momento, no está contemplado que pueda ser visitable a corto plazo. Pero el santuario de Regla aún guarda más secretos. “Aquí hay descubrimientos casi a diario”, explica el arqueólogo. Es lo que tiene indagar en un inmueble dedicado al culto y usos monacales de una y otra confesión desde hace más de 1.300 años. “La actual comunidad franciscana es heredera, por tanto, de toda esta tradición milenaria del monacato”, remacha Ramos.

14 de abril de 2015

Nuevos hallazgos confirman la importancia de los dos yacimientos visigodos de Almadén (Ciudad Real)

En El Pilar de la Legua se han exhumado dos enterramientos con sarcófagos de piedra de una sola pieza y descubierto la estructura de una iglesia visigoda, mientras que en el Arroyo de la PIla se han desenterrado construcciones de los siglos VI-VII d.C.  que pudieran corresponderse con un pequeño poblado asociado a la necrópolis anterior.
Por el momento se han exhumado dos sarcófagos de piedra volcánica labrados en una sola pieza, y de gran calidad, tapados por grandes lápidas del mismo material.
La intervención arqueológica en los yacimientos de Pilar de la Legua y Arroyo de la Pila se ha desarrollado desde mediados del mes de septiembre hasta finales del mes de octubre, y ha sido llevada a cabo debido a la iniciativa del Ayuntamiento de Almadén y en el marco de las subvenciones para investigaciones arqueológicas promovidas por la JCCM durante el año 2014. En ella han participado un equipo científico interdisciplinar formado por arqueólogos, geólogos, topógrafos e ingenieros de minas vinculados a la UNED, la UCLM y la UCM, además de cuatro peones.

Para la realización de la intervención se ha contado con la autorización y la colaboración desinteresada del dueño de los terrenos donde se encuentran los yacimientos.



YACIMIENTOS COETÁNEOS Y RELACIONADOS POR SU PROXIMIDAD
El proyecto de intervención arqueológica contemplaba la realización de diversos trabajos en ambos yacimientos, conocidos de antemano de acuerdo la existencia de remociones pasadas que pusieron a la luz algunos de los restos arqueológicos, o por su inclusión en el catálogo de Carta Arqueológica de Almadén. Se trata de dos yacimientos a priori contemporáneos, de posible cronología tardoantigua (ss. VI-VII d.C), y relacionados de acuerdo a su proximidad. En ambos se planteó la realización de topografía, planimetría, fotogrametría terrestre y aérea, prospección geofísica para localizar restos enterrados y su organización arquitectónica y sondeos arqueológicos para determinar su funcionalidad y cronología y poder documentar y valorar de manera preliminar los restos existentes.

Sin embargo, los resultados de la intervención han superado las perspectivas iniciales, fundamentalmente en el asentamiento de Pilar de la Legua.

El yacimiento de Pilar de la Legua es conocido por los vecinos de Almadén debido a que diversas remociones realizadas en el lugar en décadas pasadas pusieron a la luz sarcófagos de piedra, la mayor parte de los cuales fueron posteriormente cubiertos de nuevo. 


NECRÓPOLIS E IGLESIA VISIGODA DEL PILAR DE LA LEGUA
Durante la intervención se ha podido verificar la existencia de una necrópolis muy posiblemente tardoantigua, de acuerdo a la tipología de las tumbas y de otros elementos arquitectónicos documentados, como un pavimento de opus signinum de tradición romana; no obstante, a falta por el momento de elementos de datación relativos, y a la espera de un posible análisis de carbono 14 de los restos humanos exhumados, hay que tomar la cronología mencionada como provisional. 

SARCÓFAGOS DE PIEDRA
En concreto, se han exhumado por el momento dos tumbas, de cierta envergadura, consistentes en sarcófagos de piedra volcánica labrados en una sola pieza, y de gran calidad, tapados por grandes lápidas del mismo material. Ambas tumbas estaban parcialmente removidas en las intervenciones anteriores, y una de ellas ha sido excavada en el marco de esta intervención, dando como resultado la exhumación de restos de dos individuos, conservándose los restos óseos en un estado de conservación bastante precario.

Pero además, se están recuperando una serie de restos arquitectónicos que evidencian que no nos encontramos ante una simple necrópolis, sino ante un complejo arquitectónico de mayor envergadura, una posible iglesia, ya que dichas tumbas están integradas en un edificio cuyos restos (cimientos de muros de envergadura, pavimentos de ladrillos, pavimento de opus signinum, posible cabecera con ábside), muy parcialmente puestos al descubierto por el momento, deberán ser interpretados en lo sucesivo. De ser así nos encontraríamos ante un documento arqueológico de primer orden, al tratarse de los restos de centro de culto cristiano de gran antigüedad.


POBLADO DEL ARROYO DE LA PILA
Por su parte, el yacimiento de Arroyo de la Pila es conocido de acuerdo a que figura en el inventario de Carta Arqueológica, y ha sido interpretado como un pequeño poblado que pudiera estar relacionado con el cementerio de Pilar de la Legua, y/o con otros yacimientos de mayor entidad situados en el entorno, en las zonas de explotación del río Valdeazogues y arroyos de la Pila o del Tamujar, o de los enclaves mineros de La Grajera o Guadalperal. 


Los sondeos realizados hasta el momento han revelado la existencia de construcciones antiguas, a las que se asocian estratos de abandono con escasos materiales arqueológicos que a priori, y a falta de fósiles directores más significativos, pueden corresponder al momento cronológico mencionado (Antigüedad Tardía, ss. VI-VII d.C.).

El equipo técnico ha estado integrado por Germán Esteban Borrajo, Mar Zarzalejos Prieto y
Jesús Martínez García.

(Fuente: Almadén y sus rincones)

27 de noviembre de 2013

Hallan el ábside de una basílica del S. VI en la iglesia de los Santos Mártires Justo y Pastor de Barcelona

Los arqueólogos han hallado en el subsuelo de la iglesia de los Santos Mártires Justo y Pastor de Barcelona parte del ábside de la basílica del siglo VI perteneciente al conjunto episcopal cristiano del que ya aparecieron otros elementos en excavaciones anteriores, como el arranque de un muro, una columna y el baptisterio, que demuestra la relevancia de Barcino en época visigoda.
Además del ábside han aparecido otras estructuras de la antigua iglesia visigoda. Foto: EFE.
Los arqueólogos han hallado en el subsuelo de la iglesia de los Santos Mártires Justo y Pastor de Barcelona parte del ábside de la basílica del siglo VI perteneciente al conjunto episcopal cristiano.

Además del ábside, las excavaciones en la misma zona de la capilla de San Federico han permitido localizar unas estructuras de la nave de la basílica del siglo VI, según ha explicado la arqueóloga Julia Beltrán de Heredia.

El ábside, ha precisado Beltrán, presenta en un nivel inferior un ámbito soterrado de 2,20 metros de altura, que "se trataría de una cripta ("confessio") seguramente de carácter funerario, destinado a acoger la tumba de uno o varios personajes destacados vinculado a la comunidad cristiana del momento".

El hallazgo permite a los expertos comenzar a dibujar la planta de este antiguo templo de culto cristiano que se situaría en sentido transversal a la actual iglesia gótica, y que constituiría "un edificio triabsidal", del cual se conservarían solo los dos ábsides extremos, pero no el central, "afectado por las parcelaciones del suelo que se acometieron en el siglo XVIII".

HALLAZGOS ANTERIORES

Los trabajos arqueológicos ya alumbraron en 2011 una columna y el arranque de un muro absidal y en 2012 parte de una piscina bautismal con planta en forma de cruz, ambos datados en el siglo VI, que junto con los restos hallados ahora confirman, en palabras de Beltrán, "la existencia de un segundo grupo episcopal, de carácter cristiano".

Este conjunto cristiano, situado bajo Santos Mártires Justo y Pastor, confirmaría "la coexistencia de dos obispos en la Barcelona del siglo VI, algo de lo que sólo se tiene constancia arqueológica en Rávena (Italia)".

Beltrán recuerda que "el siglo VI es potente para Barcelona, pues Barcino fue escogida como Sede Regia por los reyes visigodos Gesaleico, Teudis y Teudiselo y se sabe que había una buena convivencia de los recién llegados arrianos con la población local católica".

DOS CONCILIOS
Barcelona acogió en el siglo VI dos concilios, el primero en el año 540, siendo obispo Nebridi, tuvo lugar con toda probabilidad en la iglesia de los Santos Justo y Pastor

Bajo la catedral barcelonesa actual se documentó años atrás el primer grupo episcopal de la ciudad, con la basílica principal y el baptisterio, una iglesia martirial, el palacio y la sala de representación del obispo arriano y el palacio del conde visigodo.

En la última campaña arqueológica en Santos Mártires Justo y Pastor, en medio del ábside se ha encontrado un elemento singular, "una pequeña ventana ("fenestella confessionis") desde la cual los fieles podían mirar el interior de la cripta soterrada y orar, si bien también podría ser un espacio para guardar reliquias veneradas.

Otra actuación arqueológica cerca de la cabecera de la iglesia gótica ha permitido identificar una secuencia de dos pavimentos tardoantiguos ('opus signinum') y cuatro alto-medievales (mortero de cal).

El equipo arqueológico que dirige Beltrán plantea la hipótesis de que cuando los visigodos se instalaron en la ciudad "ocuparon" el núcleo episcopal que había bajo la catedral actual y que los católicos fueron "desplazados" a Santos Mártires Justo y Pastor, donde "probablemente había una primera iglesia de la que aún no tenemos constancia arqueológica", ha dicho la arqueóloga.